Cuando el 15 de marzo de 1.985, la empresa Symbolics registró su dominio, se convirtió en la primera en tener un dominio .com, ninguno de los intervinientes pudo pensar que esta entrada se escribiría veinticinco años más tarde.
En aquella época, los ordenadores personales estaban basados en procesadores de 8 bits con frecuencias de reloj en el entorno de los 2 MHz, y con capacidades de memoria muy reducidas, de entre 1 y 64 KBytes. Digamos como comparativa que el ordenador desde el que escribo esta entrada tiene 16 veces más capacidad de direccionamiento, es 2000 veces más rápido, y tiene más de 65000 veces la memoria que tenía aquel.
En aquel entonces, Internet eran aproximadamente 2000 hosts interconectados, en una mezcla de redes, y centrados en la educación, la investigación y los proyectos de defensa. Los interfaces eran principalmente de texto ya que requiere menos ancho de banda para ser transmitido.
En 1.985, una empresa con diez años en el mercado lanzo la primera versión de un programa que cambiaria el paradigma de la informática casera y de la pequeña empresa: Windows 1.0.
Aunque en 1.985, Phillips y Sony inventan el CD-ROM (se publica el Yellow Book), no será hasta mas tarde que se empleará en los ordenadores personales. En 1985, la información se guardaba en grandes cintas de carrete abierto o en discos flexibles de 8” y de 5”1/4 de simple cara y simple densidad. En los hogares, los sistemas de almacenamiento eran grabadoras de casete más o menos dedicadas (Commodore tenía la suya propia, pero lo normal era que se empleara un simple magnetófono), en las que se guardaban en un codificado chirrido los datos de los programas, y los programas mismos.
Los módems eran aparatos enormes y delicados, por los que había que luchar. El tiempo de conexión era hermoso y preciado, por lo que se media al segundo.
Este panorama era sumamente avanzado para la época. Sólo quince años antes,se había llegado a la Luna con ordenadores que hoy tenemos en nuestros relojes de pulsera. Los 80 estaban impulsando el futuro. La música electrónica, los metales y los colores brillantes mostraban el impulso que lanzaría Internet.
Hoy, veinticinco años más tarde, los ordenadores se han especializado en consolas, terminales, Smartphone, con millones de veces más capacidad de cálculo, en una red con millones de ordenadores conectados, y una sociedad con la mayor capacidad intelectual y creativa que haya podido ver la Humanidad desde el Renacimiento, pero nos tenemos que volver a enfrentar al Medievo, a la censura de la Red, a los ataques del ostracismo intentando limitar la capacidad económica a modelos monopolísticos fuera de ella.
Hace veinticinco años, los empresarios y las universidades apostaron por conectarse y dotar de contenidos, simples, pero contenidos, a una red que impulsó la necesidad de crear protocolos nuevos para la representación de la información, y que permitió la transferencia de conocimientos entre personas y empresas, la reducción de costes, y el incremento del valor añadido a las actividades tanto comerciales como sociales.
Hoy es el primer día de los próximos veinticinco años, y necesitamos que desde los Gobiernos se defienda la Red en su integridad, con neutralidad y con libertad. La sociedad de la Información descansa en el espíritu que impulso hace veinticinco años a Internet a crecer y desarrollar arquitecturas nuevas, webs, blogs, comercios, foros…
Fotos de Marcin Wichary y Dan Taylor.